miércoles, 25 de noviembre de 2009

tesoro de villena


El 1 de diciembre de 1963 don José María Soler García descubría uno de los tesoros más importantes de la Edad del Bronce: el Tesoro de Villena. El hallazgo se realizó de manera casual, en unas obras ejecutadas en el casco urbano de la localidad de Villena, apareciendo unos brazaletes. El tesoro esta en el interior de una vasija de cerámica, en un agujero excavado a unos 20 centímetros de profundidad de la llamada Rambla del Panadero.La mayoría de las piezas son de oro de 23,5 kilates y en total pesan unos diez kilos. Estas piezas áureas debemos sumar un brazalete y un pomo de hierro y tres botellas de plata.El conjunto se conserva en el Museo Arqueológico José María Soler de Villena.





lunes, 23 de noviembre de 2009

tesoro de monedas descubiertas por un obrero

Antonio Martinez, un obrero de valencia encontro mientras trabajaba 1.900 monedas de oro.Se trataba de un conjunto de dinares de la epoca islamica sobre el siglo X XI.El trabajador rompio por casualidad una vasija de la que salieron dinares y fracciones de dinar de oro.Tras ello presentó un recurso al TSJ para anular la sentencia del TSJCV, que prohibía quedarse con parte del botín. Ahora el TSJ le ha dado la razón, y podrá quedarse con 9000 euros por ser el descubridor del tesoro, ya que la ley 16/85 de patrimonio reconoce la recompensa en estos casos.

La empresa para la que trabajaba, Construcciones Hermanos Felipe, intentó acceder al premio pero finalmente ha sido Antonio el legítimo premiado.

La resolución del Supremo se fundamenta en que el equipo arqueológico de la constructora había descartado los vestigios hallados como suficientes para paralizar la obra. Por ello, la razón y compensación han ido a parar al descubridor.

tesoro del carambolo


El 30 de septiembre de 1958, uno de los obreros, Alonso Hinojos del Pino, encontró casi en la superficie un brazalete que luego resultó ser de oro de 24 quilates y de un incalculable valor arqueológico. Al observar que al brazalete le faltaba un adorno, tanto él como el grupo de trabajadores que participaba, siguieron excavando en la búsqueda de la parte restante. Pero la sorpresa fue aún mayor cuando encontraron un recipiente de barro cocido, una especie de lebrillo, conteniendo muchas otras piezas. Aparentemente eran imitaciones de joyas antiguas, de latón o cobre, por lo que no dieron mayor valor a lo encontrado. Tanto es así, que se las repartieron entre los trabajadores que habían intervenido. Uno de ellos, para demostrar que no podían ser de oro, dobló repetidamente una de las piezas hasta llegar a romperla. Debido a aquella absurda prueba, la marca de una perceptible rotura ha dañado para siempre uno de los elementos que tiene forma de piel de toro. La sensatez y el temor de posteriores responsabilidades, aconsejaron a los obreros a entregar las joyas encontradas. La leyenda comenzaba a dejar de serlo para convertirse en realidad.

La directiva del Tiro de Pichón, con buen criterio, buscó la intervención de una de las máximas autoridades en investigaciones tartésicas, el arqueólogo y catedrático don Juan de Mata Carriazo y Arroquia. El profesor Carriazo realizó un minucioso y emocionado examen del tesoro y presentó el correspondiente informe. Una de sus frases resume la importancia de lo hallado de la siguiente forma:

"El tesoro está formado por 21 piezas de oro de 24 quilates, con un peso total de 2.950 gramos. Joyas profusamente decoradas, con un arte fastuoso, a la vez delicado y bárbaro, con muy notable unidad de estilo y un estado de conservación satisfactorio, salvo algunas violencias ocurridas en el momento del hallazgo".

El profesor Carriazo estableció que estas piezas pertenecían, fijando un amplio margen de error, a un período comprendido entre los siglos VIII y III antes de Cristo, agregando:

tesoro de aliseda descubierto en caceres

El Tesoro de Aliseda es un antiguo ajuar funerario tartésico hallado de forma accidental en Aliseda (Cáceres) y es posible que estuviera fabricado en oriente. Es de oro y predomina la técnica de la filigrana y cincelado. Está compuesto por una diadema, un collar, un pendiente, una pulsera, dos anillos y un cinturón. En el collar aparece el creciente lunar. Este tesoro era un ajuar funerario de una mujer relacionada con el rey. El pendiente es de gran importancia, está compuesto por un cuerpo, una cadena y una rica decoración alrededor del tubo. Esta decoración se da a base de repujado y cincelado. La decoración se repite por simetría. Lo que representa es el árbol de la vida que se repite constantemente. Entre los árboles de la vida aparece la palmeta que es característica del arte oriental. Junto a la palmeta aparecen dos pájaros, picoteando el fruto de esta. De aquí se supone que sea un ajuar funerario por la representación del árbol de la vida.

tesorillo descubierto en cordoba pozoblanco

Estas piezas, pertenecientes al tesoro ibérico de Los Almadenes, descubiertas casualmente en 1926, formaban parte de un conjunto vinculado a un taller itinerante de platería, que habría sido ocultado a fines del siglo II a.C., posiblemente por temor de su propietario a la inestabilidad ocasionada por las guerras Lusitanas. El tesorillo apareció durante la realización de faenas agrícolas en las proximidades de la Mina de los Almadenes. El conjunto está formado por diferentes vasijas de formas variadas y numerosos objetos de adorno personal. Entre estos últimos destacan las fíbulas, con influencias de las culturas de Hallstatt y La Tène; torqués; pulseras; anillos, con forma de serpiente o macizos; además de 114 monedas de plata, ibéricas y romanas "denarios de época republicana consular", que son los que han permitido fechar con bastante precisión todo el tesorillo.

13 monedas d oro descubiertas en cordoba


Efectivamente han sido halladas en la capital de Córdoba 13 monedas de oro en un vertedero del siglo XVIII.

En obras de urbanismo entorno de la Puerta del Puente de la ciudad cordobesa para la construcción de una pasarela para unir este monumento con el Puente Romano han sido descubiertas trece monedas de oro en un perfecto estado de conservación del siglo XVIII.

Fuentes municipales han confirmado que se están realizando catas arqueológicas para la urbanización de este entorno sobre todo porque en él hay un vertedero, en los que los vecinos de antaño tiraban los desperdicios . Ahora se quiere examinar dichas capas de la escombrera que facilite una información acerca de cómo vivía hace cientos de año la gente, y conocer sus costumbres y hábitos de manutención.

En las excavaciones pertinentes se descubrieron las 13 monedas de oro bajo una capa de cal, que ha permitido que se mantengan en perfecto estado con el paso de los años .La basura, con el tiempo, se descompone, pero los metales no. La cal ha ayudado a su conservación”, apuntan fuentes de “elmundo.es”.

Tras analizar detalladamente las monedas, los arqueólogos consideran que alguien las pudo depositar en ese lugar para que nadie las encontrara durante la invasión napoleónica de Córdoba, y luego se olvidara el lugar donde las ocultó. Lo cierto es que ahora la ciudad de Córdoba puede contar con un nuevo tesoro: las 13 monedas representan cada una de ellas a un escudo de oro con la imagen de Carlos III, selladas entre los años 1.773 y 1.801.

tesoro de monedas romanas descubiertas en bizcaia


En el año 1982 mientras una excavadora trabajaba en la apertura de una pista forestal, en el término de Sakona (Rigoita-Bizkaia), se realizó de forma fortuita el hallazgo de un gran número de monedas romanas.

Parece ser que en un principio fueron 438 las que se recuperaron, esparcidas por el suelo, al parecer por la rotura de una especie de bolsa textil o de cuero.

El tesorillo de la misma forma que se había hallado se disperso en el “mercadillo “ de antigüedades de la Plaza Nueva de Bilbao, al parecer por su descubridor o descubridores.

Sin embargo la noticia llega en el año 1988 a los oídos del arqueólogo J.A. Ocharan y en la medida de lo posible trata de recuperar bien mediante compra o donación el montante “disponible” aún en el mercado clandestino.

No satisfecho con esto, y suponiendo que las prisas o movimientos de tierra hallan ocultado alguna moneda más en el lugar del hallazgo, éste es rastreado de forma minuciosa y se logran localizar 9 monedas más, llegando el total del tesorillo a 447.

La composición del mismo son monedas de bajo módulo o “nummis” pertenecientes a la Tetrarquía de división del imperio en Oriental y Occidental de finales del s. III d.c. y primeros años del reinado del emperador Constantino I (307-337 d.c.) en la primera mitad del s. IV d.c.

Los emperadores representados son Diocleciano (284-305 d.c.), Maximiano Hércules (286-310 d.c.), los cesares Galerio 293-306 d.c.) y Constancio Cloro (293-306 d.c.) y el propio Constantino I.